Y es que todo apunta a que las cosas se están complicando por momentos.

Después de que el ejército ruso se haya confirmado que no puede hacer absolutamente nada por la victoria, incluso ya se estaría hablando que Vladimir Putin estaría empezando a cabrearse no solamente con los ucranianos, sino también con Polonia por ponerse del lado de Ucrania.

En una publicación en las redes sociales, el expresidente ruso Dimitri de Bebe, ahora uno de los principales asesores de seguridad del Kremlin, criticaba a Polonia por su apoyo a Ucrania, reviviendo y escalando las tensiones de décadas entre Moscú y Varsovia, incluso llegando a amenazar con poder invadirla dentro de poco.

La defensa sorprendentemente enérgica de Polonia, de Ucrania, resultaría costosa y sin sentido, predijo Medvedev, y agregó siniestramente que confiaba en que Varsovia tomaría la decisión correcta y abrazaría a Rusia nuevamente.

Además, Medvedev es un aliado cercano del presidente ruso, Vladimir Putin, y ocupó una presidencia de marcador de posición de cuatro años cuando Putin enfrentaba límites de mandato.

Medvedev se desempeñó como primer ministro de Putin y ahora es vicepresidente del Consejo de Seguridad del Kremlin y Putin sería el presidente.

En la publicación de este mismo miércoles en las redes sociales de Telegram, Medvedev lamentaba que los intereses de los ciudadanos polacos hayan sido sacrificados a la ruso fobia por parte de políticos sin talento y sus titiriteros de Estados Unidos calificando a los líderes polacos.

Dos de los cuales Yaroslav K. De Kinski y Mateus Lenski viajaron a la sitiada Kiev la semana pasada con otros líderes de Europa del Este para reunirse con el presidente ucraniano, Pablo Domínguez Lenski.

Imbéciles políticos que estaban difundiendo propaganda vulgar sobre Rusia. Indicaba muy enfadado Medvedev.