Ucrania acusó el jueves a Moscú de llevar a la fuerza a cientos de miles de civiles de ciudades ucranianas destrozadas a Rusia, donde algunos podrían ser utilizados como rehenes para presionar a Kiev a que se rindiera.
Lyudmila Denisov, la Defensora del Pueblo de Ucrania, dijo que 402.000 personas, incluidos 84.000 niños han sido secuestradas contra su voluntad.
El Kremlin dio números casi idénticos para los que fueron reubicados, pero dijeron que querían ir a Rusia.
Las regiones del este de Ucrania, controladas por los rebeldes, son predominantemente de habla rusa, y muchas personas allí han apoyado los vínculos estrechos con Moscú.
Mientras tanto, un mes después de la invasión, las dos partes intercambiaron fuertes golpes en lo que se ha convertido en una devastadora guerra de desgaste.
La armada de Ucrania dijo que hundió un gran barco de desembarco ruso cerca de la ciudad portuaria de Berlín, que había sido utilizado para traer vehículos blindados.
Rusia afirmó haber tomado la ciudad oriental de Fiume después de una feroz lucha.